jueves, 20 de septiembre de 2012

El arte de customizar

Una de las muchas cosas que me hubiese gustado heredar de mi madre, pero que no ha habido forma (y eso que lo he intentado…), es su conocimiento en costura y patronaje. De pequeña, recuerdo que con ella y mi abuela –un as con el ganchillo y las agujas de lana– nos íbamos a comprar telas para luego hacernos vestidos, pantalones, camisas, abrigos y un largo etcétera... que tanto para mi hermana como para mi, eran únicos y personalizados. Vaya, que de un plumazo nos renovábamos el armario de una temporada a otra… 


Inventos alrededor del arte de coser
Patrones retro
Ver la mesa del comedor convertida en un taller de costura durante unas horas al día, con los tejidos cortados, observar cómo iban adquiriendo forma (¡mi forma!) y posteriormente tenerlos planchados y listos para vestir, sobre la cama… me provocaba una gran ilusión. Y ya no os digo al darme cuenta que aquella prenda era única y que nadie más la llevaba igual… 
Los años fueron pasando, nosotras creciendo y con la aparición de cadenas de moda low cost mi madre pensó que casi le costaba más la tela que el producto hecho en sí… Claro que, a ella no le toman el pelo en cuestión de acabados y calidades de tejidos. Ella entiende... en cambio yo, me quedé en una simple aprendiz.




Aún hoy echo mano de su talento para adaptar ciertas prendas… ya sea porque de largo me van pero me sobran de otro sitio… porque el tirante me gustaría más estrecho… O porque le cambiaría cierto acabado final... Vaya, lo que viene a llamarse customizar o DIY (Do It Yourself, háztelo tu). En mi caso, con ayuda...

Claro, lo que yo no sabía cuando era una adolescentes es que aquellas camisetas de colores que comprabas, las anudabas de forma arbitraria y las hundías bajo un manto de lejía eran mis primeros experimentos DIY. Que por cierto, ¡este verano han resurgido de las cenizas para ocupar las estanterías de muchas tiendas!
Prendas efecto lejía

Afortunadamente, con el tiempo, y gracias a la aportación desinteresada de manos expertas, hemos ido perfeccionando el tema… personalizando los diseños ya existentes (algunas veces incluso ropa de otras temperadas) y enfatizando la particularidad de un estándar. Cambios pequeños y sutiles… pero suficientes para sentir el valor de la distinción (cómo me gusta esta idea). 
Al fin y al cabo, se trata de singularizar y a la vez democratizar las tendencias del momento. ¿Qué más se puede pedir?
Por la red hay auténticas maestras en la materia a las que admiro y elogio. Y abogo a que cada un@, más allá de su estilo, customice y reviva aquella camiseta o aquellos pantalones que en su día ya dejó de lado.

F: My daily style
F: livelikecatiuscas.com
Con la moda, como en muchas otras materias de la vida, no hay nada mejor que jugar con los elementos, hacértelos tuyos y que te hagan sentir bien.
Ahora que reflexiono sobre el tema puede que me anime de nuevo a aprender sobre patronaje, pero me temo que tendrá que ser para el próximo curso, o el otro… Ver a mi madre ante la máquina de coser, aunque sea por unos momentos, me devuelve al pasado y aquellas tardes en las que, al salir del colegio, íbamos a comprar tejidos. Los mismos que darían forma a nuestro siguiente fondo de armario juvenil. 

Básicos para empezar a trabajar
¿Nos ponemos a ello...?


1 comentario:

  1. Hola, que linda tu historia me identifique jejeje tienes razón en eso de que siempre es único y se siente la nostalgia... Claro que apenas estoy en crecimiento y espero poder abarcar ese don. Ojala no se quede en sueños. Saludos :*

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